La introducción de los maíces híbridos en los años 60-70 supuso, por su mayor productividad, la práctica desaparición de las variedades tradicionales de maíces en Galicia. Desde hace años y en la actualidad, es muy dificil encontrar en el mercado harinas de maíz procedentes de maices de una buena calidad. La incluso escasa demanda de harina de maiz, por parte de panaderos y consumidores de Galicia, se está cubriendo, en su mayor parte, con harinas procedentes de variedades híbridas americanas. La calidad panadera de dichas harinas no es la apropiada para la elaboración de productos derivados del maíz tales como panes, empanadas, bicas, etc.. Desgraciadamente estos productos, tan tradicionales como extraordinarios, han dejado de ser una oferta habitual en la gastronomía gallega. Por ello consideramos que productos tradicionales gallegos, de un gran valor gastronómico, se encuentran totalmente olvidados por la indústria alimentaria y lo que es más grave se han dejado de elaborar en la mayor parte de los hogares gallegos. Nuestros estudios y larga experiencia en el campo del maíz nos confirma que es posible y debe ser recuperada lo que nos atreveríamos a llamar cultura del maíz, tanto en lo que a cultivo y conservación se refiere como la elaboración de productos tradicionales derivados del maíz. Con ello no solamente ayudaríamos al maltrecho campo gallego, permitiríamos que la industria alimentaria y los amantes de la buena cocina pudiesen recuperar la tradición del consumo de productos que nunca debieron dejar de ser oferta en nuestra querida cocina gallega.